La ermita de Jesús Nazareno es una típica construcción religiosa de planta longitudinal, con tres naves, la central más ancha y alta que las laterales, con cubierta a dos aguas en la nave central y sencilla en las laterales.
En su exterior lo único destacable es su portada, formada por un arco de mediopunto flanquedado por sobrias pilastras, sobre las que descansa un sencillo entablamento, rematado por una hornacina semicircular y dos pináculos. La fachada se remata por una sencilla espadaña de un solo vano de medio punto entre pilastras, coronada por un frontón triangular.