
La Iglesia de San Francisco se realizó por fundación de la Duquesa de Arcos, Beatriz Pacheco, para un convento de Franciscanos Observantes y se inició a principios del siglo XVI en el lugar ocupado por una antigua ermita dedicada a San Antonio de Padua. A finales del siglo XVII se convirtió en colegio de Propaganda Fide, seminario de misiones en España, Filipinas y Ultramar.