Aparece de nuevo una playa amplia y arenosa, después de varios kilómetros de litoral agreste. Supera con creces el kilómetro de longitud y cuenta además con una anchura media bastante considerable, sobre todo en la parte central. La superficie es de arena fina y dorada y, gana amplitud junto a la desembocadura del río Pícaro, especialmente en la orilla izquierda. El fondo también es arenoso, salvo en los extremos, donde se observan unas plataformas rocosas de superficie plana que sobresalen unos centímetros por encima del nivel del mar.