Municipio rico en contrastes: culturales, humanos, estéticos o gastronómicos que hacen de San Roque un peculiar y atractivo lugar en el que se perciben las raíces y tradiciones fuertemente arraigadas en sus gentes, sus costumbres, sus fachadas centenarias, sus vestigios arqueológicos y en sus calles y plazas. Todo ello fundido con las más lujosas urbanizaciones destinadas al ocio, en un entorno que aúna el mar y la montaña.
Se halla situado en el sureste de la provincia, sobre una colina, resguardada por las sierras Almenara, del Arco y Carbonera.
Sus habitantes se denominan Sanroqueños.
Superficie:
Superficie: 146 km
2
Distancia a la capital: 134 km.
Altitud: 109 m.
Gastronomía:
En la cocina sanroqueña encontramos los productos propios de sus huertas como legumbres, hortalizas, verduras y frutales. Además por su contacto con la costa, en la barriada de Campamento, posee variados ingredientes para platos marineros: almejas, coquinas, carabineros, urtas, brecas, rascacios, o rayas.
Se elaboran recetas diversas de guisos de pescados, dando lugar a los platos conocidos como róbalo al limón, a la sal, fritura variada, raya en amarillo y otros de productos del campo como el pollo a la sanroqueña.