La provincia reúne 138 kilómetros de playas: calas, ensenadas, arenales de varios kilómetros, playas familiares y accesibles, playas íntimas, el campo que se convierte en playa. Costas de aguas tranquilas y transparentes, con y sin olas.
Las hay abiertas y a merced del viento y también al resguardo de la brisa, cerca de la ciudad o detrás de un cortado, 76 playas distintas para todos los gustos y necesidades.
Y es que en Cádiz es muy frecuente que el mar se encuentre con la montaña, con paisajes de pinares, bosques y marismas.
Playas con preciosos acantilados, otras todavía en estado virgen en las que se puede practicar el nudismo y una que tiene ruinas romanas, ¿quién da más?