Refugio de moriscos, eclesiásticos, nobles y franciscanos, la villa de Alcalá del Valle aprovecha las riquezas de su patrimonio monumental y natural para acoger de nuevo a otras gentes que llegan hasta el Valle en busca del descanso y la calma de este municipio, con el que se cierra la Ruta de los Pueblos Blancos.
Como su nombre indica, se encuentra en un valle situado en el extremo más nororiental de la provincia. En su límite oriental se encuentra la provincia de Málaga.
Sus habitantes se denominan alcalareños.
Las fiestas más destacadas de Alcalá del Valle son:
- Carnavales: pregón, concurso de chirigotas y cabalgata. A finales de febrero.
- Representación de la Pasión de Cristo: En Cuaresma, Alcalá del Valle se viste de Jerusalén y se convierte en el de esta representación que tiene lugar por las calles de la localidad. Sirve de preludio y de incentivo turístico antes de la Semana Santa.
- Semana Santa: A destacar el desfile de hornazos y Carrerita de San Juan en la que ell Santo, portado por los jóvenes del pueblo, recorre a gran velocidad las calles hasta encontrar a la Virgen para avisarle de la Resurrección de su hijo. En marzo o abril.
- Romería de Caños Santos:en honor a la Virgen del Valle. El 1 de mayo.- Feria y Fiestas de San Roque: Patrón de Alcalá del Valle. Se incluye la Fiesta del emigrante. Son 4 jornadas de actuaciones, casetas, juegos y diversiones. En agosto.
Entre los principales monumentos de Alcalá del Valle destacan la barroca iglesia de Santa María del Valle y la ermita del Cristo de la Misericordia.
El agua, principal recurso natural de este pueblo blanco, está presente en todas sus manifestaciones artísticas; prueba de ello son el antiguo Convento franciscano de Caños Santos y la la Fuente Grande.
Su joya arqueológica es el grupo dolménico dehesa del Tomillo, conjunto megalítico con un menhir único en la provincia, encajados en un hermoso paraje natural.
En Alcalá del Valle se pueden realizar diferentes actividades como senderismo y rutas. De interés son las rutas: Ruta Sendero Caños Santos y la Ruta de los Molinos
En Alcalá del Valle podemos distinguir una variedad de platos típicos, cuyo ingrediente principal es el espárrago tales como aguacates rellenos de espárragos en salsa rosa, arroz frito con espárragos y langostinos, espárragos a la vinagreta y revuelto de espárragos con bacalao. Cada año se celebra la Feria del Espárrago, donde Alcalá del Valle se convierte en el mejor escaparate de este producto tan importante para la economía de este pueblo.
También son populares el gazpacho, puchero, cocido y menudo serrano (especie de cocido con los productos más grasos del cerdo).
Entre variados embutidos y chacinas hay que destacar el jamón de pata negra y otros que sobresalen por su calidad como es el Aceite de Oliva Virgen Extra. En cuanto a su repostería, se elaboran dulces caseros de diversos tipos.
Dónde comer en Alcalá del Valle
La fundación medieval de Alcalá del Valle tiene sus prolegómenos en la rendición de los moros de Setenil en 1484 a los Reyes Católicos. Algunos de los vecinos solicitaron al rey Fernando un permiso para quedarse a vivir en las proximidades de aquel lugar y no en el propio emplazamiento, dado que a pesar de rendir vasallaje a los nuevos dueños recibían un trato vejatorio por parte de los cristianos de Setenil. De este modo los mudéjares acabaron residiendo en el valle de los manantiales de Fuente Grande, levantando un poblado que se denominó, como hoy, Alcalá del Valle. Para poner fin a las humillaciones a las que se les sometía decidieron convertirse al Cristianismo, para lo cual construyeron una iglesia. A partir de esas fechas comenzó a evolucionar el pueblo con sus tierras, aunque el incendio de los archivos municipales en 1903 ha dejado pocas pistas históricas. Sólo queda el archivo parroquial siendo el libro más antiguo el de Registros de Nacimientos, que data de 1546.
Durante la edad moderna este pueblo formaba parte del Reino de Granada y, en su división menor, a lo que ahora es provincia de Málaga, pasando Alcalá del Valle a pertenecer a la provincia gaditana en 1.834. El siglo de los señoríos, el XIX, abonó la injusticia y la miseria de las capas más humildes de Alcalá del Valle. La solución a los problemas se iba a intentar desde el otro lado de la ley, naciendo el fenómeno del bandolerismo, que regó con leyendas la crónica local. Más tarde sobrevenía también el movimiento obrero y el anarquismo, que dejarían su huella.