Siendo Alcalá del Valle uno de los lugares de mayor intensidad pluviométrica de manantiales (Fuente Grande y Pedro Ibáñez) conocidos desde los orígenes del asentamiento morisco, no es extraño que surja como lugar de interés este enclave.
El agua de la Fuente Grande es natural, proveniente del manantial homónimo y mana a través de cinco caños, recogiéndose en el antiguo lavadero comunal, hoy recuperado al uso ornamental y protegido con una base o sobresuelo. En la zona de la Fuente Grande, se han hallado restos arqueológicos de la época romana, que demuestran la existencia de población en la Antigüedad. Se están realizando excavaciones para determinar el tipo de yacimiento, que parece ser una villa con anexos de producción agrícola y cerámica, de los que son ejemplos los capiteles romanos encontrados.
La Fuente Grande, con sus cinco caños está realizada en piedra de sillería.
Fuente: Ayuntamiento de Alcalá del Valle