Desde el mar, el recorrido bordea lo que fuera una gran duna móvil, hoy fijada por el pinar y un denso matorral poblado de insectos, aves, reptiles y mamíferos.
Durante la ascensión, disfrutaremos de espectaculares vistas de este tramo costero, hasta llegar al mirador del Trafalgar, punto también final de nuestro sendero.
Su conexión con otros senderos señalizados permite diseñar una jornada a nuestra medida, conociendo el pinar que, junto a la marisma, conforma el espacio protegido por este parque natural.