Es una playa bastante larga pero de anchura reducida por los envites del mar. Su superficie de arena fina y dorada fue regenerada según las premisas del Plan de Costas. Es un paraje altamente frecuentado, lo que se explica por la variedad y calidad de sus servicios: puesto de vigilancia y salvamento de la Cruz Roja, señalización del estado del mar mediante banderas, accesos habilitados para minusválidos, servicio de mantenimiento y limpieza, vestuarios con ducha y alquiler de hamacas, parasoles y equipos de windsurf y vela.