
Hace muchos años leí la definición de Arte Clásico que daba un gran erudito helenista cuyo nombre ahora ya no recuerdo. "Una obra es clásica (decía) cuando no hay en ella ningún resto del esfuerzo que conlleva todo proceso creador". En ese caso, pensé, sólo es clásica la puesta de sol, el vuelo majestuoso de un águila en el cielo sin límites o el baile de los astros en el universo. En definitiva, algo siempre inaccesible a los artistas mortales.