La mejora en la calidad y las condiciones de vida que la sociedad viene experimentando en los últimos años, trae consigo, entre otros muchos aspectos, que nuestros mayores sean cada vez más menos pasivos, más autónomos y que experimenten una creciente inquietud por seguir siendo parte activa de la sociedad, llevando una vida saludable y aprendiendo continuamente para adaptarse a todos los cambios que ésta está viviendo en la actualidad, contribuyendo con ello al bienestar y al desarrollo colectivo.


