Se trata de una muestra de veinte retratos heterodoxos, en los que prima la apuesta por la igualdad, pero también es una crítica despiadada de la sociedad de consumo y de sus estereotipos: la educación patriarcal, la dictadura de lo bello y perfecto, el empoderamiento, la precariedad, el debate sobre los géneros, etcétera, están presentes en esta colección que permanecerá expuesta hasta el próximo 23 de febrero.
