
Se trata de una pequeña colección de doce piezas fotográficas en la cual unos pinceles consiguen que la pintura cobre vida propia. Basándose en el “body-painting” y el “bodyart” busca ser el grito que reclame igualdad y liberación para las mujeres.
Este proyecto mantiene como temática base el mar, haciendo honor a la Costa de la Luz.