Al final del recinto amurallado de Vejer, en su cara norte junto a la misma esquina, está El Arco o la Puerta de Sancho IV. Es la puerta más hermosa y valiosa, según algunos expertos, de labra romana.
Se trata de un arco de medio punto con imposta moldurada que, a través del cuál, podemos observar el grosor de la muralla. Justo encima del arco hay un escudo nobiliario barroco.