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La Parroquia de la O fue erigida al más puro estilo gótico del siglo XVI. El primer dato sobre la autoría del templo se refiere a Diego de Riaño, que en 1533 afirma en un poder notarial que es Maestro Mayor de esta iglesia. Anteriormente se presume que fue mezquita árabe y que por debajo de ella, por los documentos conocidos, existen restos de la anterior Iglesia.
De esta primera etapa conserva la distribución espacial, el ábside y la portada lateral del muro de la epístola realizada en piedra. Sigue los preceptos del estilo gótico: consta de un arco apuntado, vano dintelado y tímpano apuntado con decoración de rosetas y óculo central con el anagrama de María.
A finales del siglo XVIII, se producen una serie de reformas que dan lugar a su configuración actual. Se abandona el decorativismo propio del Barroco para volver a líneas más clásicas. Las obras fueron dirigidas por Fernando Rosales y Agustín Trujillo, maestros mayores de albañilería y carpintería del arzobispado. El director a pie de obra fue José Ruiz y los fondos para la reconstrucción fueron otorgados por el arzobispado y por la propia parroquia.
Las reformas esenciales afectaron al presbiterio con la colocación de la tribuna para el órgano y el coro, además de adelantar las gradas del altar mayor, al primer tramo de la nave del evangelio, que se liberó de la capilla bautismal construyéndose un anexo exterior con entrada desde el mismo tramo, al cubrimiento de las naves laterales y de los baquetones o semi-columnas de los muros laterales y sobre todo a la ornamentación exterior de la iglesia.
A esta época pertenece la fachada principal, ubicada a los pies de la iglesia. Esta fachada, presenta una superposición de volúmenes que refleja la disposición interior del edificio, compuesto por tres naves. Así, en primer lugar, aparece el cuerpo de la torre, que se encuentra adosado a los pies de la nave del evangelio y adelantado a la línea de fachada. A continuación, la fachada en sí y por último, levemente retranqueado, el cuerpo de la nave de la epístola.
La decoración se concentra en la portada principal, donde se encuentra una copia de la Virgen de la Rosa ya que la original, atribuida a Pedro de Millán (S. XVI), fue trasladada al interior del templo para preservarla.
La nueva Parroquia fue bendecida el día 14 de enero del 1797 por D. Pedro Sánchez Guerrero, párroco de Chipiona. A partir de esta fecha las obras que se realizan en el templo se refieren a mantenimiento y ornato. Así en 1884 se enlosó de nuevo la iglesia, en 1914 la sacristía y el archivo y en 1917 se colocó el zócalo de azulejería que circunda la iglesia.
Las últimas actualizaciones corresponden al año 1979 en el que se intervino en la parte exterior del templo, los tejados, techumbre, fachada principal y laterales, campanario, torre, puertas, buhardillas, pináculos...
En el interior destaca la imagen de la titular, Ntra. Sra. de la O (S. XVIII). Se trata de una imagen de madera policromada, cuya iconografía hace alusión directa a la fecundidad de María. El autor, Manuel García de Santiago, dota a la imagen de un elegante naturalismo – la Virgen evoca la composición de las inmaculadas barrocas -, sosteniendo el disco solar entre sus manos, y no pegado al vientre. La amplitud y movimiento de las telas oculta el embarazo de la Virgen y la figura embrionaria de Cristo, inserta en el radiante disco solar, se muestra como un popular tema del Niño Jesús, tan acorde con el gusto del momento.
De interés: la interesante iconografía destacando la Virgen de la Rosa (S. XVI), la sillería del coro (S. XVIIII), pinturas al fresco (S. XVII-XVIII) o el reloj de la torre (X. XIX)