En 1524, por bula del Papa Clemente VII, se refundan las 3 parroquias existentes en Alcalá de los Gazules, San Jorge, San Vicente y San Ildefonso, en la primera bajo la advocación del patrón, la cual se cree que esta erigida sobre la mezquita aljama del castillo. A partir de entonces se acomete una renovación del templo, adoptando un estilo de gótico tardío, visible hoy día en la portada principal.
Sin embargo, La Iglesia de San Jorge tal como la conocemos en la actualidad, debe su traza a una gran reforma llevada a cabo a partir de 1629 por los maestros Francisco de Agüero y Pedro Cañato de Vargas. Pocos años más tarde, en 1637 será el maestro de obra alcalaíno Gabriel del Valle quien le dará la forma definitiva de planta de cruz latina con 3 naves y cabecera plana. La nave central presenta columnas toscanas sobre las que descansan arcos de medio punto y cubierta por bóveda de cañón con lunetos y arcos fajones. Idéntico esquema presentan las naves del crucero y altar mayor, mientras que las naves laterales se cubren con bóvedas de aristas.
De esta última intervención es también la torre campanario. Además, se rodea al templo con grada circundante y columnas de mármol, con defensa de cadenas, por derecho de asilo eclesiástico para ciertos delincuentes. En el siglo XVIII se ejecutan varias capillas y se construye la puerta lateral en 1739, dedicada a San Juan Bautista. Ese mismo año comienzan las obras de ejecución del coro, terminado en 1742, presentando sillería tallada por Agustín de Medina y Flores.
Tras el terremoto de 1755 el arquitecto Torcuato Cayón dirige una nueva restauración general, sufriendo otra ampliación ya a mediados del siglo XIX con las capillas del Baptisterio y Santo Entierro, bajo la dirección del maestro José García Scoto en 1863. La última intervención en el templo se produce en los años 1990-91 al restaurarse toda la estructura y las cubiertas.
El altar mayor, fechado en torno a 1740, presenta rasgos estilísticos relacionados con talleres jerezanos y está presidido por una talla del patrón San Jorge. En el manifestador se halla una talla de la Inmaculada Concepción de las primeras décadas del siglo XVI cercana al quehacer de Francisco de Villegas y en el ático, una talla de San Sebastián, procedente de su extinta ermita. En las calles laterales se encuentran las tallas de San Isidoro y San Leandro.
Junto al retablo mayor, en el lado de la epístola, se erige monumento sepulcral de los padres del alcalaíno Luis Cameros, Arzobispo de Valencia, labrado por los maestros Cedrún y Francisco de Gálvez. Bajo el altar mayor se encuentra un panteón destinado para el enterramiento de los curas. La bóveda del presbiterio presenta pinturas al fresco simulando yeserías, fechables a finales del siglo XVII. Preside la mesa de altar un crucificado de mediados del siglo XVIII atribuido al genovés Francesco María Maggio.
En el lado del evangelio, en el brazo del crucero se abre la capilla del Sagrario, levantada en 1792 sobre la antigua sacristía. Está presidida por un retablo procedente del convento de Santo Domingo, donde se alberga una Virgen del Rosario de escuela genovesa. En la misma capilla se halla una imagen de Santa Isabel de Portugal, fechada en 1750 y procedente del convento de los Descalzos de Cádiz, que se relaciona con Francisco María Artola. Frente a ésta, se ubica otra talla de la Virgen del Rosario, también procedente del convento de Santo Domingo, obra realizada por Juan Martínez Montañes en 1590.
Le sigue una capilla con cúpula ovalada terminada en 1781 con retablo neoclásico del círculo de Torcuato Benjumeda dedicada originalmente para la Inmaculada Concepción, hoy ocupada por las imágenes de la Cofradía de la Columna, todas procedentes del extinguido convento dominico. La talla del Cristo fue realizada entre 1730 y 1733 por el escultor jerezano Francisco Camacho de Mendoza. Junto a esta, se encuentra la capilla de Ánimas, con cúpula con yeserías geométricas policromadas y altar de madera policromada fechado en torno a 1740 atribuible al tallista Agustín de Medina y Flores, mientras que las figuras del altorelieve presentan rasgos estilísticos de Diego Roldán.
En el lado de la epístola, en el crucero se halla el retablo presidido por la imagen del Cristo del Perdón, procedente del convento de Santo Domingo, que fue tallado por Francisco de Gálvez en 1666 como Cristo de la Expiración. Junto al crucero se encuentra un retablo con lienzo trinitario rematado por una pequeña tabla pintada con la efigie de San Sebastián, traída de Italia por el Duque de Alcalá fechable a finales del siglo XIV-principios del XV, cercana a la producción de Cavallini o Cimabue. Le sigue el altar de la Virgen del Carmen, retablo rococó de mediados del s. XVIII. A los pies de la nave se hallan dos capillas debidas a la ampliación de 1863. Una destinada para la pila bautismal y la otra presidida por un pequeño retablo que alberga las imágenes de la Cofradía del Santo Entierro. La talla del Cristo Yacente, fechada en torno a 1630, presenta innumerables rasgos propios de la obra de Francisco de Villegas, mientras que la talla de la Virgen de la Soledad fue realizada en 1661.
A los pies de la nave central se encuentra el coro, con sillería tallada por Agustín de Medina en 1742. Presenta dos corillos altos destinados a la “schola cantorum” y al órgano, fabricado en 1775 por el organero Francisco Pérez de Valladolid. Preside el conjunto una pequeña talla de San Juan de Ribera, quien dio sus primeros pasos sacerdotales en esta Parroquia.
En uno de los laterales del coro se conserva un pedestal romano y unos restos óseos procedentes de la ermita de los Santos Nuevos, mientras que en la Sacristía se conserva un interesante tesoro de orfebrería, sobresaliendo la custodia del Corpus, obra realizada por Bartolomé del Castillo en 1614. En la misma sala se custodia el Pendón de la ciudad, bordado en oro en el siglo XVIII.