La Ermita de San Gregorio se sitúa en la parte baja de Villaluenga del Rosario. Fue mandada a construir por la Duquesa de Aveiro en el año 1703.
Se trata de un pequeño edificio, de arquitectura sobria y popular, de planta casi cuadrada y portada neoclásica, formada por arco de medio punto enmarcado por pilastras y entablamento clásico. Se remata por una sencilla espadaña de un solo vano.
En su interior reciben culto las imágenes de San Juan Bautista y San Gregorio. También en esta ermita se arregla y parte en romería la Divina Pastora, a mediados del mes de Junio.