El Convento de San Cristóbal, popularmente conocido por "Monjas de Abajo", cuenta con un excelente obrador de repostería. Su historia se remonta a 1646, cuando las agustinas se trasladaron al actual convento.
Arquitectura:
El interior del convento gira en torno al claustro central cuadrado y cerrado. Dado el carácter reservado de la orden que regenta el convento, es difícil conocer con exactitud el valor patrimonial de las dependencias.
El exterior destaca por su austeridad y el contraste entre los parámetros lisos y blancos. El vano de entrada está formado por un arco de medio punto y en el tímpano un azulejo con la imagen de la Virgen María. Sobre la puerta se abren dos ventanas una de las cuales esta rematada por un frontón. En la parte lateral se levanta una torre campanario con dos arcos de medio punto adosados.
El interior de pequeñas dimensiones está formado por una planta de cruz latina en una sola nave, con cabecera cubierta con cúpula de media naranja sobre pechinas en el crucero y bóveda de cañón en la sala flanqueadas por lunetos. La cornisa corrida sirve de arranque para las bóvedas adornándose el crucero con un nuevo saliente. Destaca el contraste de espacio entre el coro, reservado para las hermanas y las dimensiones del resto de la iglesia.
Obras destacables:
De entre el patrimonio escultórico son reseñables el altar mayor, obra del siglo XVIII en cuyo hornacina central se encuentra la virgen de los remedios con el niño Jesús, la capilla de Santa Rita, imagen procedente del desaparecido convento de la Candelaria de Cádiz y en el coro un cristo de formas tardogóticas del siglo XVI.
OBRADOR DE REPOSTERÍA
En un principio, las monjas se dedicaban a labores de confección de prendas textiles. Sin embargo, esta labor no les daba suficiente provecho económico, por lo que decidieron cambiar y dedicarse a la repostería aprovechando que el pueblo de Medina Sidonia era muy conocido en la provincia por sus productos típicos de repostería. Este hecho les ayudó mucho cuando comenzaron a realizar sus propios dulces y desde entonces se han ido superando en la calidad de los productos con el consiguiente reconocimiento de los clientes que pasan por el convento
La entrada para la venta de dulces es por la c./ Hércules 6.
Fuente: Turismo Medina