La Basílica Menor de Santa María, una joya arquitectónica de Arcos de la Frontera
Es la parroquia Mayor, más Antigua, Insigne y Principal de Arcos, títulos concedidos por el Sacro Tribunal de la rota romana en 1764.
Declarada Monumento Nacional en 1931 y Basílica Menor en 1993.
El templo, aislado de toda construcción, se asienta sobre los restos de una mezquita árabe y ha estado en construcción durante seis siglos, lo que ha significado la mezcla de estilos arquitectónicos y la participación de diferentes profesionales como Diego de Riaño, Juan Gil de Hontañón, Alonso Rodríguez y Martín de Gaínza. Debe su aspecto principal a las obras acometidas entre los siglos XV y XVI. La fachada principal es muestra de la conjunción del gótico final y el incipiente plateresco. En el lateral derecho (Plaza del Cabildo) se puede contemplar la torre-fachada inconclusa, diseñada por V. Bengoechea a raíz del terremoto de 1755. La Torre es de planta cuadrada y presenta tres cuerpos: portada, balcón y campanario. En el segundo cuerpo, las imágenes de San Pedro, San Pablo y la Virgen Inmaculada.
Se trata de una iglesia de planta de salón del gótico final, con tres naves de igual altura y monumental cabecera ochavada. Las naves quedan separadas por medio de pilares circulares compuestos de finos baquetones agrupados en haz, sustentando complejas bóvedas de crucería estrellada.
Aunque todo en su interior es digno de admirar, cabe destacar el retablo mayor, que supone una auténtica joya renacentista, la pintura mural gótica, la momia incorrupta de San Félix, la capilla de las Nieves, que alberga la imagen de la Patrona de Arcos, el exuberante órgano y el coro, considerado como uno de los mejores de Andalucía.