Termino municipal: Medina Sidonia, Benalup-Casas Viejas y Los Barrios.
Tipo: Lineal
Distancia: 19,9 Km
Duracion: 8 horas
Dificultad: Media
Los tres primeros kilómetros, de este tercer tramo del Corredor, corresponden al termino municipal de Benalup-Casas Viejas, luego, desde que cruzamos el rio Celemín en la zona de Las Lagunetas hasta el Puerto de Zanona, discurre por el término municipal de Medina Sidonia; y el recorrido por la cabecera del arroyo del Aciscar y la bajada por el valle del Valdeinfierno hasta la Montera del Torero, por el término de Los Barrios, ya en la comarca del Campo de Gibraltar. La Colada tiene una anchura de 40 varas (33 metros), mientras la Cañada tiene una anchura de 90 varas (75 metros). Es un recorrido de 21,2 km que se puede realizar en unas seis horas de marcha.
El tramo de Los Barrios fue deslindado en 1933. Del de Medina Sidonia sólo consta su clasificación, fechada en 1941, muy inconcreta, lo que ha dado lugar a continuos litigios que se han terminado de solucionar en el proceso de deslinde y amojonamiento para la puesta en marcha de este Corredor Verde. La Colada que Empieza en la Motilla del Basinete ha sido la última en abrirse al público, habiéndose terminado de deslindar y amojonar en el año 2006, proceso no exento de conflictos, pues en la finca del Alisoso se cerró esta vía pecuaria con una malla cinegética provocando numerosos altercados entre la guardería de esta finca privada y las personas que pretendían acceder a este camino público, habiéndose llegando a detener a miembros de Ecologistas en Acción durante el proceso de elaboración del proyecto del "Corredor Verde Dos Bahías" por cortar la malla que de forma ilegal impedía el libre tránsito. La Cañada Medina Sidonia-San Roque estaba totalmente deslindada por lo que el trayecto desde el puerto de Zanona hasta la Montera del Torero no ha tenido más dificultad que la resistencia de los propietarios de la finca Zanona a que se utilice este camino público. Desde noviembre de 2006 este tramo está totalmente abierto a cuantas personas quieran utilizarlo.
Este tramo tiene un enorme interés naturalístico. Atraviesa los distintos ecosistemas que conforman el Parque Natural Los Alcornocales: alcornocales, quejigales, acebuchales, matorrales, pastizales, lajas y canutos por unos valles muy bien conservados, que hay que proteger al máximo.
La ruta parte del Área Recreativa y de Acampada del Celemín. La Colada de la Jaula está inundada por el embalse, por lo que, hasta que no se acondicione un trazado alternativo por la orilla del pantano, hay que seguir por la carretera unos tres kilómetros hasta Las Lagunetas, pequeño núcleo rural donde destacan dos grandes ventas. Muy cerca de la zona recreativa se encuentra el Tajo de las Figuras, impresionante conjunto de pinturas rupestres. Las atormentadas formas que la erosión del agua y el viento han labrado sobre la arenisca, con varias covachas y un espectacular arco natural, aumentan el atractivo de este paraje.
Tras un kilómetro, por la vereda que transcurre por la orilla izquierda del Celemín, llegamos a la Pasada de la Motilla, frente a la mencionada arqueta del oleoducto, lugar donde entroncamos con la Colada que Empieza en la Motilla del Basinete, que es el paso natural del río. Un poco más adelante llegamos a una valla, el Corredor sube por delante de esa valla por la ladera del cerro de La Motilla, adentrándose en la finca del Alisoso. Se baja hacia un llano y pronto nos encontraremos con el oleoducto Algeciras - Rota que nos acompañará durante buena parte de este tramo.
En la primera parte de la colada se conservan algunos tramos empedrados, lo que denota que era un camino importante en las comunicaciones entre la Comarca de la Janda y el Campo de Gibraltar. Se deja detrás el cerro de la Motilla y atravesamos una zona llana y adehesada, con acebuches, alcornoques y quejigos; un matorral formado por lentiscos, jaguarzos negros, coscojas, agracejos, jérguenes y matagallos, y unos espléndidos pastizales.
La colada sigue cercana a la margen derecha del arroyo del Alisoso -que está flanqueado por un bonito bosque de ribera formado por alisos y fresnos- hasta que se separa por una vereda que sube por la ladera de la sierra entre un espeso matorral de coscojas, lentiscos, olivillas, agracejos, palmitos, brezo y los insufribles jérguenes. Los madroños nos alegraran el recorrido en el otoño con sus sabrosos frutos. En estos densos matorrales pueden encontrarse una especie endémica del sur de la provincia de Cádiz y del norte de África: el Stauracanhus boivinii, arbusto espinoso parecido a las aulagas. Se atraviesa el canuto del Campanario y atravesaremos un bujeo, tierras negras de difícil tránsito cuando están encharcadas y que es el hábitat preferido de acebuches, lentiscos, palmitos y gamones, herbácea que llena de flores estas dehesas a finales del invierno. Se alternan los bosquetes de alcornoques con zonas de matorral. A los alcornoques les acompaña un sotobosque formado por madroños, brezos cuchareros y de escobas, mirtos, jaguarzos negros y cantuesos. Las numerosas lajas de areniscas del Aljibe le dan mayor belleza al paisaje. Se llega a un a un carril que atravesaremos muy cerca del arroyo del Alisoso. Cruzamos un afluente del Alisoso y la vereda se remonta de nuevo por la montaña para bajar a un llano de bujeos desde el que se contemplan bellísimas vistas de las sierras Blanquilla y Sequilla y de los bosques de acebuches y alcornoques y de los pastizales de sus laderas.
Por estos valles y sierras se pueden observar multitud de huellas de animales, sobre todo ciervos, corzos y jabalíes, o más bien, cochinos asilvestrados cruzados con jabalíes. Es fácil observar estos grandes ungulados, sobre todo a los ciervos, dada su abundancia. Las rapaces son también muy abundantes. Los buitres, o "pajarracos", como se les conocen en la zona, serán nuestros compañeros inseparables a lo largo de todo el recorrido por el Parque Los Alcornocales. En la Sierra Sequilla, en el Tajo de Utreras, en la margen izquierda del valle, existe una buitrera que se puede observar desde el camino.
De nuevo junto al arroyo del Alisoso pasamos junto a una antigua cantera, convertida en época de lluvias en laguna, un toril y unos cercados de ganado, lugar en el que cruzaremos este arroyo por un vado de hormigón. En pocos metros llegamos al camino junto al oleoducto, que tomamos a la izquierda hasta el puerto de Zanona. Este puerto no tiene una gran altitud, está a 230 metros sobre el nivel del mar, pero se pueden contemplar vistas privilegiadas al ser encrucijada de caminos entre la campiña y el campo de Gibraltar. La valla de piedra hace de linde entre los términos municipales de Medina Sidonia y Los Barrios.
La pista sigue por la cabecera del arroyo del Aciscar, valle conocido por albergar una de las colonias de buitres más numerosas del parque natural. En los arroyos de la cabecera del Aciscar hay construidas unas pantanetas, una de grandes dimensiones en el arroyo de Las Lagunetas, y otras tres de menos tamaño en la Gargantilla Seca. No es difícil encontrar excrementos de nutrias en el camino, demostrando las correrías de estos simpáticos mustélidos entre estas pantanetas.
La cañada se separa de la pista en dos ocasiones, discurriendo paralela a la misma por la izquierda. Junto a la pista hay una pequeña charca donde se puede encontrar una abundancia de anfibios ya nada habitual. A la derecha quedará el bonito caserío de Zanona. Atravesamos la pista forestal de esta finca y el arroyo del Banquete para pasar frente a otra bonita construcción típica de estas sierras, la casa de la Angarrilla. Se atraviesa el arroyo del Corchuelo por un puente, y de nuevo la pista forestal y el oleoducto. Tras pasar de nuevo la pista, la cañada transcurre paralela a la misma hasta que llegamos al puerto del Corchuelo, divisorias de aguas entre el valle del Aciscar y el de Valdeinfierno y entre la vertiente atlántica y mediterránea. Este puerto, con sus 280 m de altitud, es la máxima cota de este tramo. Tras el puerto se inicia un fuerte descenso hacia el arroyo del Gorrión, al que atravesamos por un antiguo puente de piedra. A partir de aquí un tramo del camino está empedrado. Pasamos una cancela. El arroyo de Valdeinfierno aparece a nuestra izquierda, separado de la cañada por una valla cinegética. El bosque se espesa con grandes alcornoques y quejigos bajo los que se desarrollan madroños y helechos comunes, que tapizan el bosque con su verde intenso. Llegamos al Puerto del Gorrión. Aparecen terrenos de "herrizas" donde afloran las areniscas del Aljibe, que presentan una vegetación pobre pero muy interesante, como brecinas, brezos de escobas, jaguarzos, robledillas (especie de quercus enana), engordatoros, hierba de las siete sangrías -con pequeñas pero refulgentes flores de color azul-, y drosófilos o atrapamoscas, curiosa planta carnívora endémica de estas sierras del sur de Cádiz y del norte de África.
El camino, que se encuentra en mal estado, sigue bajando hasta llegar al pequeño puente sobre la Garganta de la Capitana. Seguimos a orillas del arroyo de Valdeinfierno y llegamos a la Casa del Riso, y a partir de aquí el camino sigue por una pista forestal. El arroyo de Valdeinfierno conserva un excelente bosque de ribera, dominados por los alisos, ojaranzos, durillos y brezos cuchareros, de característicos troncos negruzcos y florecillas blancas. Hay también una rica comunidad de helechos, entre los que destacan los grandes y bellos helechos reales. El acceso al arroyo está a tramos cortado por una valla cinegética que, de forma ilegal, separa la cañada del río, ambos terrenos de dominio público.
Seguimos por el carril atravesando el espléndido alcornocal de la dehesa de Zanona hasta llegar a un cruce de pistas forestales, donde hay otra arqueta del oleoducto. Se atraviesa el arroyo de La Palanca, junto a la casa forestal de Valdeinfierno, finca pública propiedad de la Consejería de Medio Ambiente. Aquí hay instalado un panel interpretativo sobre los canutos, los valiosos bosques de ribera del Parque Los Alcornocales. Unos postes de color rojo nos marcan el trazado del oleoducto, que como hemos podido comprobar, se ha trazado casi en su totalidad por terrenos de vías pecuarias. Conforme se abre el valle aparece una esplendida panorámica: a la izquierda la Sierra de Montecoche, a la derecha la Sierra del Niño y enfrente, majestuoso, el Peñón de Gibraltar. Una cancela marca el final del monte público de Valdeinfierno, y seguimos por la pista que atraviesa la dehesa de Ahojí hasta llegar al antiguo trazado de la carretera A-381, a la altura de la Montera del Torero, bella formación rocosa labrada por el viento y la meteorización en rocas de areniscas del Aljibe.
Oficina del P.N. Los Alcornocales en Alcalá. (08:00 a 15:00 Lunes / Viernes) teléfono 956 41 86 01 fax 956 420 5 11 (e-mail: pn.alcornocales.cma@juntadeandalucia.es
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