Conocido también como “Camino del Puerto de Don Fernando”, el sendero Salto del Cabrero discurre por la antigua vía de comunicación entre las poblaciones de Benaocaz y Grazalema. El itinerario se adentra en la sierra y nos lleva hasta una espectacular formación geológica, un desgarre de dimensiones colosales que fragmentó la montaña por varias líneas de falla, hace ya millones de años.
El sendero empieza en el Puerto del Boyar y finaliza en el núcleo urbano de Benaocaz, siendo el desfiladero del Salto del Cabrero visible durante todo el recorrido.
El carril discurre por la falda Noroeste de la Sierra del Endrinal, con vistas a la depresión del Boyar. Desde aquí se tiene la oportunidad de observar la Sierra de la Silla, el Cerro de las Cuevas, la Sierra de Albarracín, el embalse de los Hurones, de Bornos y de Guadalcacín, y la gran mole de la Sierra del Pinar. Desde las cotas mas altas se puede observar además, el Picacho y el pico del Aljibe, que se encuentran en el vecino Parque Natural Los Alcornocales.
La composición caliza de estas sierras origina un paisaje de simas, galerías, cuevas, abrigos y fallas como este desfiladero, brecha que parte en dos el cerro con paredes verticales que superan los ochenta metros de altura, dejando un paso entre ellos de no más de cincuenta.
En las múltiples oquedades de sus paredes anidan diferentes aves, destacando las rapaces que veremos sobrevolando el valle y el desfiladero.
Centro de Visitantes El Bosque. Federico García Lorca nº 1. El Bosque. Cádiz. Tel. 956 70 97 33
POR CAUSAS AJENAS AL PARQUE NATURAL, ESTE SENDERO NO PUEDE INICIARSE DESDE EL PUERTO DEL BOYAR. UNICAMENTE PUEDE REALIZARSE DESDE BENAOCAZ HASTA EL SALTO DEL CABRERO Y REGRESO A BENAOCAZ. DESDE EL PUERTO DEL BOYAR PUEDEN INICIARSE OTROS SENDEROS COMO PUERTO DE LAS PRESILLAS Y CAMINO DE LOS CHARCONES.
EL DESFILADERO
La composición caliza de estas sierras originó un paisaje de cuevas, simas, galerías y fallas, como las que dieron lugar al desfiladero del Salto del Cabrero. El choque de las placas terrestres hace millones de años generó sobre estos materiales unas fuerzas colosales que, encauzadas por una serie de líneas de falla paralelas, desgarraron la tierra y partieron la montaña en dos. Las paredes del desfiladero rebasan los ochenta metros de altura; mientras que el paso entre ellas no supera los cincuenta metros. En sus incalculables oquedades, encuentran cobijo numerosas aves, especialmente, rapaces.
La cota más alta del Salto del Cabrero es de 934 m. Desde aquí, se pueden observar la Sierra de la Silla y, ya en el Parque Natural Los Alcornocales, el Picacho y el pico del Aljibe.
Que éstas sean tierras de cabreros no nos resultará extraño, dada sus características, pero necesitaríamos dejarnos convencer por las leyendas para creer que uno de ellos, portando una cántara de leche para su hijo enfermo o huyendo de un prestamista, lograra dar este salto de una a otra cumbre del desfiladero, casi gemelas y separadas unas decenas de metros.
Fuente: Junta de Andalucía