Termino municipal: Benaocaz
Tiempo: 2 h. 30 m.
Distancia: 10 Km.
Tipo: Circular
Dificultad: Media
Mediante vehículo hasta Benaocaz por la carretera A-374 Ubrique-Ronda.
Al llegar al Hotel de Montaña El Parral, la calle principal se transforma en un sendero de herradura que primero remonta y, tras cruzar entre lapiaces y encinas desciende (casi en picado) hasta cruzar el Arroyo Pajarito. Justo antes de hacerlo, encontraremos el pilar de una fuente con el chorro labrado en piedra de una forma que sólo se ha visto por esta zona. Lo seguiremos, en dirección noreste, nuevamente entre viejas encinas, y remontaremos de nuevo hacia la zona del Encinalejo. Es una zona propicia para buenas fotografías, tanto del arroyo como de las plantas, de las piedras o del paisaje.
Si pasamos por el ranchito del Encinalejo, seguro que su anciano habitante nos depara un rato de buena charla, con la que podrá instruirnos algo de las cosas del lugar. El sendero cruza un vallecito y otro, pero nosotros, a no ser que tengamos la suerte de que fluya bastante caudal por la cascada del Mítano y nos acerquemos a fotografiarla, seguiremos hacia la izquierda hasta que los paredones del Endrinal nos encajonen en un precioso valle ciego, adornado en su parte más baja con un sumidero que recoge las aguas que vienen por la vaguada desde el Dornajo, con dos o tres encinas centenarias cuyos troncos forman ángulos de 25 grados con el suelo, y con las rocas muy agujereadas por la erosión (una, del tamaño de un edificio mediano, abunda en boquetarros y arcos naturales, y puede ser una delicia, casi un parque temático, para los muchachos); de hecho, las paredes de la izquierda, por la disolución de la caliza con el agua carbónica, tienen el aspecto de una tarta de helado a medio derretir. Hasta aquí habremos en empleado una hora y media, y el sitio invita a descansar y tomar un bocado.
Ahora seguiremos remontando hacia el este, por el centro de la vaguada (casi no hay senderos), y en cosa de media hora, a través de encinas verdosas de tanto musgo, el agua que desciende desde el Dornajo, antes de filtrarse entre las rocas, nos avisará que ya estamos cerca. Y llegaremos a la Casa del Dornajo cruzando unas corralizas de piedra y unas eras, hasta ver la fuente con sus tres piletas (y tritones en ellas) y cerca las ruinas de la Casa. Ésta tuvo dos pisos y era todo un cortijo, lo que nos da idea de la importancia que debió tener cuando activa, con su abundante ganada, sus abundantes aguas (al menos con tres manantiales cuenta) y su huerto. Hubo un tiempo en que esta finca era inmensa, formaba parte de la que completa se llamaba el Boyar, porque hasta él llegaba.
Desde la Fuente de las Tres Piletas iremos ahora hacia el sur, por un sendero que tras cruzar los Santos Lugares y dejar a la izquierda la prehistórica y pequeñísima Cueva de los Millares (su entrada es un boquete principal de apenas seis por tres metros)., nos lleva hacia la Fuente de Nueve Pilas de Casa Fardela, y desde ésta ya hacia Benaocaz.
A nuestra izquierda nos mirarán los tajos del Caíllo, y al frente una de las más bonitas puestas de sol de nuestra tierra.
Centro de Visitantes El Bosque. Federico García Lorca nº 1. El Bosque. Cádiz. Tel. 956 70 97 33
El camino de subida hasta Casa del Dornajo aparece señalizado en su itinerario con simples flechas amarillas pintadas en las rocas. La bajada a partir de la Casa está también guiado con flechas pintadas pero en este caso de color azul.