La Plaza de las Flores es un popular enclave urbano de Cádiz caracterizado por los vistosos puestos de flores que ocupan la zona central.
En la Plaza de las Flores destaca el edificio número 1, levantado en 1746 con típica portada barroca gaditana enmarcada por pilastras, así como el número 12, obra neoclásica de Torcuato Benjumeda, cuyo cuerpo superior se articula por pilastras dóricas de orden gigante.
Su habitual vitalidad se ve incrementada durante las fiestas de Carnaval, pues junto a la inmediata plaza de la Libertad centraliza buena parte de las actuaciones callejeras de las agrupaciones.
Cerrando la Plaza de las Flores y en lugar que ocupó la iglesia del desaparecido Convento de los Descalzos, se inauguró en 1930 el edificio de Correos y Telégrafos, obra de formas eclécticas regionalistas, realizado en ladrillo con elementos decorativos de cerámica vidriada, que contrasta con la arquitectura tradicional del entorno.