Es enormemente atractiva la visita a un tesoro etnográfico: el Museo de Usos y costumbres populares, que lleva el nombre del famoso bandolero José María El Tempranillo, ubicado en la casa de su novia gastoreña, casa que data de finales del siglo XVIII y aún conserva su estructura y muros originales, donde la leyenda cuenta que el bandolero se refugiaba huyendo de la autoridad.
El Museo de Usos y Costumbres recoge artículos, instrumentos y enseres de uso cotidiano de finales del s.XIX hasta mediados del s.XX, donados amablemente por los vecinos de El Gastor.
Distribuido en seis salas, se puede contemplar el hábitat de una vivienda típica de El Gastor y respirar el aire romántico del mito de “el Tempranillo”.
La recepción muestra una gran maqueta de la orografía de El Gastor y el traje típico de bandolero.
En la primera sala podemos ver la “salita de estar” de esta vivienda con los objetos comunes de este espacio del hogar, destacando una gran chimenea del año 1798 y varias máquinas de coser de principios del s.XX.
La segunda sala corresponde al dormitorio, una gran cama, arcón y grabados entre otros objetos de interés conforman el mobiliario. Dos vestidos de la talla del niño Jesús que se aloja en la Iglesia de San José se sitúan sobre una gran cómoda.
En la planta superior, sala tercera, el soberao, amplio espacio donde podemos contemplar diversos ejemplos de la artesanía local.
El pequeño patio decorado con macetas en sus paredes nos lleva a la cuadrilla, sala cuarta, lugar reservado para los animales; a la cocina, sala quinta, que guarda los utensilios propios de esta estancia y subiendo las escaleras al cuarto de labranza, sala sexta con los aperos característicos.
José María Hinojosa, es uno de los mayores representantes del bandolerismo andaluz de principios del siglo XIX. Sus hazañas lo convirtieron en un héroe para el pueblo.
En el Museo Usos y Costumbres "El Tempranillo" se encuentra también la Oficina de Turismo de El Gastor.