Obra de la segunda mitad del siglo XVIII, la Ermita de Santa Ana es uno de los edificios más representativos, pues es visible desde toda la comarca, dada su altura sobre la ciudad de Chiclana.
De planta octogonal presenta un original pórtico anular sobre arcadas construido sobre planos de Torcuato Cayón.
La imagen de Santa Ana de su interior es obra del escultor gaditano del siglo XVIII Domingo Giscardi.