Este bello templo de Ubrique Den el que se estableció la Orden Capuchina data del siglo XVII, iniciándose su construcción en 1660 por expreso deseo de D. Rodrigo Ponce de León, Duque de Arcos y Señor de las Cuatro Villas, y finalizándose en 1670 bajo la dirección de Fray Pedro de Andújar.
El Convento de Capuchinos presenta las dependencias propias del monasterio barroco (portería, iglesia y convento) y en su interior la iglesia consta de una sola nave de planta de cajón cubierta por bóveda de cañón y cúpula semiesférica en el presbiterio.
La zona destinada al claustro y celdas de los capuchinos alberga en la actualidad la Exposición Permanente “Manos y Magia en la Piel”. Mediante visitas guiadas descubrimos la tradición marroquinera desde sus inicios hasta la actualidad.
El retablo mayor se encuentra presido por la venerada y milagrosa imagen de Ntra. Señora de los Remedios, Excelsa Patrona y Alcaldesa Perpetua de Ubrique, datada a principios del siglo XVII y de gran devoción y sublime cariño en todos los ubriqueños.
A ambos lados se encuentran las imágenes de San Rafael Arcángel y Santa Teresa de Jesús, de pequeñas dimensiones, situándose en la parte alta del retablo mayor la imagen de Jesús Resucitado y dos pinturas de dimensiones considerables donde se representa a San Miguel Árcangel y a La Piedad, ambas del siglo XVIII.
También se encuentran en su interior la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, presidiendo un pequeño altar en el presbiterio, la Inmaculada Concepción, situada en una pequeña capilla, así como las imágenes del Stmo. Cristo del Perdón, obra de Alarcón, San Francisco de Asís y el Beato Diego José de Cádiz.
Exteriormente, la fachada está presidida por un atrio con tres arcos de medio punto, venta coral y frontón triángular con óculo en el tímpano. En el atrio se puede contemplar un majestuoso retablo cerámico de elevadas dimensiones donde se representa al Beato Diego José de Cádiz junto a la venerada imagen de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder de Sevilla, y que fue colocada por la propia Hermandad del Gran Poder de la ciudad hispalense con motivo del II Centenario del nacimiento del Beato Diego José