La de Fuente del Gallo es una playa urbana, pero de escarpados acantilados, donde desaparece por completo la arena durante la marea alta, haciendo imposible mantener las toallas secas.
No son pocas las veces las que se puede observar a los usuarios de la Fuente del Gallo encaramados en los acantilados a la espera de que baje el mar y puedan volver a recostarse en la arena con lo que es preciso tener en cuenta los horarios de las mareas.
En la calle Sevilla de Conil de la Frontera está el aparcamiento junto a la doble bajada: por una escalinata y, en paralelo, por una rampa de cemento (ideal para bañistas que tengan movilidad reducida y carritos de bebés).
Delante de los cañaverales, sobre la arena fina y dorada, familias y parejas extienden sus toallas, así como veraneantes fieles, que vienen cada año a difrutar de este fantástico paisaje.
Gafas de buceo, tubos de respiración y aletas son el equipamiento perfecto para bucear en las profundidades de esta peculiar 'fuente' y apreciar los tesoros que se esconden en sus entrañas. También los surfistas encuentran en ella su paraíso, con olas para todos los niveles
El veterano hotel Flamenco cuenta con acceso directo a la playa.
En la Fuente del Gallo hay un chiringuito a pie de playa donde los vistantes se deleitan con unas comidas espectaculares con el pescado fresco como rey. También se pueden tomar copas. Cuando sube la marea parece que te encuentras en un barco.
Chiringuito Kanguro
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Atardeceres románticos y puestas de sol de película
Al final de la tarde, el sol cae por el puerto pesquero y los cantiles se ponen del color de las sandías; es el momento selfie. Sin duda es un sitio perfecto para parejas y para desconectar.