Aguas cristalinas, limpias, tranquilas y turquesas donde el sonido del mar se une a la belleza singular del entorno.
La Cala del Aceite es considerada como la mejor y más espaciosa de cuantas calas posee Conil.
Una concha orientada al Sur que dispone de dos accesos en paralelo: unas escaleras y una rampa (ideal para bañistas que tengan movilidad reducida y carritos de bebés). Es recomendable aparcar el vehículo en una gran explanada situada cerca de la carretera.
Escaleras que acceden a la playa.
Lo primero que asombra es esa anchura de 70 metros bajo el acantilado, de un rojo que refuerza aún más la luz solar.
La Cala del Aceite convive de maravilla con los vientos, dueños y señores del litoral gaditano: con poniente queda como una lisa balsa de aceite, y cuando sopla el levante, al irrumpir por la orilla, no se levanta arena, por lo que es ideal para ir los días en los que sopla este molesto viento.
Si te gusta el buceo, puedes curiosear por sus rocas.
El hecho de estar muy resguardada por los acantilados hace que se pueda practicar el nudismo, aunque ya cada vez menos por la presencia de un chiringuito (especializado en arroces).
Al mediodía y por la tarde se puede presenciar la descarga de pescado en el pequeño puerto colindante.
Es una playa ideal para dar largos paseos y practicar deportes náuticos como el kayak
Foto: Escuela de Deportes Náuticos SUROESTE.
No hacen falta filtros ... solo disfrutarla. Agua trasparente y en calma. Para muchos... el paraíso
Sendero que va hacia la Cala del Aceite