El Parque Natural del Estrecho, un recurso turístico por explotar
- Localidad: Tarifa - Algeciras
- Fecha: 02/05/2018
- Fuente: Diario de Cádiz
El Plan de Desarrollo Sostenible de este espacio recoge varias medidas para lograr un mayor y mejor aprovechamiento del turismo. La Junta incide en la colaboración público-privada
El Parque Natural del Estrecho, que abarca los términos municipales de Algeciras y Tarifa, cuenta ya con un Plan de Desarrollo Sostenible, documento que establece varias medidas para lograr la dinamización socieconómica de este espacio protegido y su área de influencia con una inversión inicial de 9,56 millones de euros para los tres primeros años de su aplicación. En el proyecto toma especial relevancia el desarrollo del turismo sostenible en una zona que tiene varios atractivos y para la que el plan ofrece varias pautas para potenciarlo.
Este plan tiene carácter indefinido y se aplicará a través de programas trianuales centrados en fomentar iniciativas enfocadas a generar riqueza y que a su vez sean compatibles con la conservación de los ecosistemas.
LA INVERSIÓN INICIAL SERÁ DE 9,5 MILLONES EN LOS TRES PRIMEROS AÑOS DE SU APLICACIÓN
Son varios los sectores que se verán beneficiados con la aplicación de las iniciativas que recoge el proyecto, al que el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ya ha dado el visto bueno. Son la ganadería tradicional y sus transformados (productos cárnicos y lácteos, apicultura, actividad ecológica), así como los aprovechamientos forestales, fundamentalmente de pino piñonero. También la pesca artesanal y la acuicultura, las actividades de observación de la naturaleza, como aves o cetáceos. Por supuesto, el turismo, los usos recreativos y de educación ambiental, la interpretación de valores etnográficos y servicios relacionados con la autosuficiencia conectada: agua, energía, alimentos y residuos.
El aprovechamiento turístico de todo el parque es uno de los puntos más interesantes del Plan de Desarrollo Sostenible, ya que contemplan implantar una oferta basada en sus recursos naturales, culturales y paisajísticos, lo que implica la recuperación y la potenciación de estos espacios.
Para ello, la Administración andaluza pretende buscar un mayor compromiso en la gestión colaborativa de proyectos turísticos que no son viables de forma individual, crecer en la orientación a la comercialización en mercados extranjeros, ordenar el espacio turístico y potenciarlo bajo los principios de integración y bajo impacto.
La estrategia turística se centra en el impulso de un turismo rural, de naturaleza y cultural, con compatibilidad con los deportes de viento, siempre con los principios de integración y bajo impacto y articulando una estructura productiva estable. Esta prioridad, según recoge el Plan Estratégico, no es incompatible con la ordenación y convivencia con los deportes de viento (windsurf y kitesurf) que se practican y se enseñan dentro el Parque Natural.
Para desplegar la máxima potencialidad de estas actividades turísticas con la garantía para la conservación de los valores naturales y culturales que hay en la zona, el Plan Estratégico incide en la colaboración público-privada que fomente la corresponsabilidad en la gestión de estos valores y permitan mejorar los procesos administrativos necesarios.
También hace hincapié en que los operadores conozcan de forma rigurosa las características del territorio, de sus ecosistemas y dinámicas naturales y de los procesos biológicos. La empresas son requeridas por la Administración autonómica a que se comprometan a cooperar y lanzar estrategias de comercialización más efectivas que permitan captar clientes en los mercados emisores más desestacionalizados y más propensos a este tipo de productos.
El documento plantea una estrategia para usos recreativos y turísticos organizada en torno a cuatro grandes áreas: la ensenada de Bolonia, incluido el Chaparral; Los Lances y Valdevaqueros, además de Paloma Baja; la isla de Tarifa y los Cerros del Estrecho, en los que se incluye Getares. En estos espacios, en líneas generales, la intención es reordenar los recursos para que tengan el mayor atractivo turístico, siempre dentro de la compatibilidad con otros usos.