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El Cádiz de los sanfermines de Cruise y Diaz llega hoy al cine

Este artículo evitará lo obvio. Ya sabemos que Tom Cruise y Cameron Diaz se presentaron en carne mortal en Sevilla y Cádiz para rodar el film. Que Hollywood mostró su absoluta falta de respeto por la geografía y costumbres populares y colocó a los sanfermines en Andalucía. Algo a lo que Cruise está acostumbrado, como mostró en la segunda parte de Misión imposible, donde cruzaba sin pudor las Fallas con la Semana Santa. También somos conscientes de que la gracia de Cádiz alcanzó altas cotas con la fuga de los toros, que convirtió a la Policía Local en émulos de John Wayne guiando ganado. Muchas de las claves del film ya están desveladas, en parte porque el preestreno de mes pasado en Sevilla mostró muchas cartas. Ya contó este mismo periódico el escepticismo que levantó el film en su presentación española.



Y es que Noche y día, traducción que pierde el juego de palabras original Knight and Day, parece una película de las que Hollywood producía como churros en los años 80. Desenfadada, llena de acción y con poco respeto por la verosimilitud. Lo que pasa es que entonces estaban en manos de destroyers como los talentos menores de los que asaltaron la industria californiana en los 70 (Joe Dante, John Landis) y ahora no. Es extraño que el director del film sea James Mangold, que hasta ahora no llevaba mala carrera. Tras rodar la interesante biografía de Johnny Cash En la cuerda floja, que se mantenía aunque era descarado su copia de Ray, se descolgó con un sorprendente Western, un remake de El tren de las 3:10. Su final a contracorriente de lo que se estila en el cine de héroes seguramente hundió la película en taquilla, convirtiéndose en un doloroso fracaso. Tal vez por ello Mangold ha tenido que aceptar Noche y día, para recuperar su crédito en una industria implacable.



Pero no es el único, puesto que sus dos estrellas están en la misma tesitura. Tom Cruise sigue bastante cuestionado. Ya no vende como antes y su entrega a la Cinesiología y sus excentricidades públicas han bajado mucho su cotización. Aunque ya pasa de los 40 sigue agarrándose a su físico de Dorian Grey para hacer papeles más jóvenes, aunque curiosamente los que le funcionan mejor son los de malvados, como se demostró en su productor de Tropic Thunder o en el asesino de Collateral. En cuanto a Cameron Diaz, hace tiempo se petrificó su imagen cinematográfica. Cuando ha intentado hacer otro tipo de cine, tipo la excéntrica The Box, no ha funcionado. La respuesta de todos ellos ha sido bastante conservadora. Volverse a un producto industrial veraniego dispuesto a romper taquillas, si los paliduchos de Crepúsculo, el decadente Shrek o los juguetes de Toy Story. Algo que insistimos en los más lúdicos 80 podía funcionar, pero ahora, parece que no se enteran del desarrollo del cine independiente y las historias adultas y del éxito de las series televisivas que han triunfado con historias adultas.



En cambio, Noche y día nos cuenta cómo una chica bastante común cambia su vida cuando conoce casualmente a un agente secreto que se mezcla en su rutinaria existencia, viviendo con él sus aventuras que le llevan por gran parte del planeta. Entre ellos, a pasear por las gaditanas calles Cánovas y Ancha en moto como uno de estos canis locales que van en moto saltándose las reglas. Ellos que pueden.