El origen del Carnaval se puede remontar a las bacanales: fiestas en honor del dios Baco, las saturnales: en honor del dios Saturno y las lupercales: en honor del dios Pan, celebraciones en la antigua Grecia y en la Roma clásica.
Julio Caro Baroja, uno de los más clásicos estudiosos del Carnaval, lo define como "un hijo del cristianismo". Todos sabemos que el Carnaval se celebra previamente a la Cuaresma, es el fin de semana anterior al Miércoles de Ceniza.
El Carnaval Gaditano toma peculiaridades del italiano, debido a la influencia fundamentalmente genovesa que nuestra ciudad conoció, pues desde el siglo XV, tras el desplazamiento hacia el Mediterráneo de los turcos, los comerciantes italianos se trasladan a Occidente, encontrando en Cádiz un lugar de asentamiento perfectamente comunicado con los objetivos comerciales que los genoveses buscaban: el norte y el centro de África.
Los antifaces, las caretas, las jeringas de agua, los caramelos arrojadizos (confeti - papelillos), son otros tantos elementos que asimilamos del Carnaval italiano. Al igual que los bailes de Carnaval, como eje central de las fiestas, siendo el acto social más importante de las celebraciones, sobre todo en el siglo XVIII.
El disfraz: Es el elemento fundamental del Carnaval:
- Rompe el orden social
- Enfrenta a las clases
- Libera los instintos
- Rompe las represiones.
El disfraz invierte el orden de las cosas, comiendo, bebiendo, ironizando y satirizando a la sociedad y a la autoridad. En definitiva, da rienda suelta a la fantasía y a la libertad.
El Ayuntamiento no reconocía el Carnaval como una fiesta propia hasta que en el año 1861 el alcalde Don Juan Valverde propone que sea el Cabildo el encargado de la organización del Carnaval, para lo que se solicita que en el presupuesto de 1862 se previeran los gastos del Carnaval.
Podemos decir que es cuando se comienza a tener un Carnaval "reglamentado".
El controlar y reglamentar tuvo consecuencias beneficiosas: Programación de actos, de bailes, de fuegos de artificios, música, comparsas, etc.
La Comparsa: Con un origen posiblemente espontáneo -un grupo de amigos se reunía para cantar- la Comparsa se va perfeccionando en tanto que de forma paulatina se va uniformando, preparando un repertorio y ensayándolo.
Estas Agrupaciones de conjuntos músico vocales que cantan repertorios propios y de marcado carácter gaditano se irán convirtiendo paulatinamente en uno de los ejes del Carnaval de Cádiz, sin olvidar los bailes de máscaras y -sobre todo- la calle como elemento dinamizador de la participación popular.
Las Agrupaciones carnavalescas se desarrollan integrando en sus coplas todos los elementos que hoy perduran: chascarrillo, crítica política, satírica social, etc.
En 1884 el alcalde Eduardo J. Genovés ordena una mayor vigilancia en las calles e impone que todas las Comparsas y Estudiantinas que quieran recorrer la población deberían de proveerse de la correspondiente licencia municipal.
En el año 1984, la Fundación Gaditana del Carnaval (FGC), Organismo Autónomo del Excelentísimo Ayuntamiento de Cádiz, recibió por acuerdo del Excelentísimo Ayuntamiento Pleno de 9 de enero, al punto 14 del Acta de Sesión, la competencia de organizar, dirigir, programar, encauzar, administrar y ejecutar los Carnavales de la Ciudad de Cádiz. Competencia que viene llevando a cabo desde esa fecha hasta nuestros días, con la ayuda, coordinación y participación de todos los estamentos de la Ciudad.
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