Punta del Boquerón, un pequeño paraíso de obligada visita.
Dos kilómetros y medio por una cómoda pasarela introduciéndose en el paisaje y la flora de la Bahía de Cádiz, camino de la batería Urrutia, un clásico de la guerra con los franceses y sin perder de vista el cercano castillo de Sancti Petri. Dunas y marismas al alcance de cualquier excursionista e imprescindible para hacer con niños.
Declarado Monumento Natural por sus valores ecológicos y culturales. Tiene una superficie de 1328000m2.
Este enclave natural, localizado en la playa de Camposoto, es una figura de protección prevista en la Ley de Espacios Naturales de Andalucía para salvaguardar de forma especial aquellos elementos de la naturaleza y enclaves singulares que sobresalen por sus valores geológicos, florísticos, científicos, paisajísticos o culturales (cuevas, peñas, dunas, árboles e islotes).
El caso de la Punta del Boquerón obedece al carácter mixto que presenta este enclave natural. Por un lado el valor ecológico de su flora, al presentar especies autóctonas que no se dan en el resto del parque natural; razones culturales, al encontrarse en sus proximidades la batería de Urrutia y el castillo de Sancti Petri, y por otra parte, aspectos geomorfológicos, ya que se trata de una flecha de litoral muy bien conservada, difícil de ver en el litoral.
En la Punta del Boquerón se disponen tres baterías del siglo XVIII que, junto con el Castillo de Sancti Petri, formaban la línea defensiva de la Isla de León para impedir la entrada por Caño de Sancti Petri de tropas enemigas, jugando un papel muy importante durante el sitio de Cádiz. Aquí la de Urrutia, la mejor conservada de todas.
Foto de Luis Miguel Belizón Conde.
