Como punto de partida me parece interesante que se nos muestre un reflejo de los potenciales peligros de internet, de la manipulación de nuestra privacidad y la excesiva exposición pública que conlleva. Hasta ahí, todo perfecto.
Pero el problema que nos encontramos al visionar esta película es que esa línea argumental se diluye ante la incompetencia de sus responsables para lograr una obra coherente. “El círculo” es una anabolizada y pretenciosa puesta al día de la interesante senda marcada por “El show de Truman”, una actualización que naufraga por una torpe puesta en escena y un pueril tufillo a telefilm de sobremesa.
Todo aquí es intrascendente, ilógico, falto de carácter y tensión. Los personajes entran y salen de la historia dando pocas explicaciones de su presencia y motivaciones. El pésimo guión lastra cualquier esperanza de éxito, sin olvidar que hacía tiempo que no era testigo de un montaje cinematográfico tan lamentable.
El film huye de la dignidad para caer sin remisión en el más absoluto de los ridículos. Hasta el plantel de actores parece que solo pretende cubrir expediente, solo preocupados en que semejante engendro no constituya una mancha en su filmografía.
La joven y prometedora Emma Watson naufraga entre tics y exasperantes gestos sin que el director la libre del desastre mientras que el gran Tom Hanks está irreconocible, contagiado por el delirante ambiente que le rodea.
“El círculo” pretendía convertirse en un film referencial sobre la influencia de las redes sociales en nuestra vida pero pasará a la historia como un bodrio sin pies ni cabeza, un irritante y nefasto ejemplo de incompetencia. Ya tenemos clara candidata a peor película del año…
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Crítica por Andrés Martín