El Estrecho de Gibraltar, mágico por sus particularidades, es el único canal de comunicación entre el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo y punto de separación entre España y Marruecos. Es parte de la ruta de aves migratorias y reúne condiciones ideales para la presencia de delfines y ballenas.
Las aguas de esta zona, declarada Reserva de la Biosfera, son ricas en alimento, lo que explica la presencia de siete especies de cetáceos. Podemos ver a algunos durante todo el año, son las especies residentes y a otros en determinadas épocas, en función de sus necesidades, migrando a través de este canal.
Sólo conociendo a los seres que pueblan nuestros mares, podemos cuidarlos y preservarlos. El avistamiento de cetáceos es una actividad fundamentada en la investigación científica y la educación ambiental, dentro del ecoturismo. En todas las salidas, un grupo de guías biólogos acompañarán a los viajeros atendiendo a dudas, interpretando los avistamientos y recogiendo datos de las distintas especies y de sus comportamientos.
La probabilidad de éxito en el avistamiento es superior al 90% en todas las salidas, con la garantía de una segunda oportunidad, en el remoto caso de no haberse cumplido el objetivo en el primer intento.
En una salida de avistamiento de dos horas podemos, no sólo avistar delfines y ballenas, sino también aves marinas o bandadas de aves migratorias. Nos cruzaremos con los enormes barcos que atraviesan esta importante vía marítima y podremos contemplar la costa africana y la europea contrapuestas.