
Como si se tratara de un viaje de Julio Verne, en el centro de Jerez está el Palacio del Tiempo, un paseo entre relojes, piedras preciosas, efectos especiales y un maestro relojero que sorprende a todos con su aspecto de sabio del XVIII.
El Palacio del Tiempo está en un antiguo palacete del centro La Atalaya y es una colección de más de 300 relojes en funcionamiento, cristales de bohemia y de baccarat, maderas nobles, nácar y marfil en un ambiente de fantasía donde es posible disfrutar de algunas de las campanadas más famosas del mundo, como las del Big Ben.