El antropocentrismo provoca que el ser humano se crea el Dios de la Naturaleza, el dueño del mundo, el centro del Universo. Por ello siente que tiene el derecho de encerrar animales salvajes dentro de una especie de maqueta llamada Zoo.
En el año 1756 se inaugura en Viena el primer Zoo tal y como lo conocemos hoy en día. Pero se tiene constancia que ya desde el año 1520, existían colecciones privadas.