Tal y como nos describe Nuria del Río Pinto (crítica de arte) ,"Desde la Solera" es un homenaje a una cultura que nos hace únicos, la bodeguera, con Kapricho esta cultura está viva, no sólo porque el artista nació a cincuenta metros del Carretero, sino porque este chiclanero introduce en su imaginario, la bodega y su universo, como leit motiv, abriéndole las puertas de la poesía visual, con sus imágenes líricas y reflexivas nos ofrece unas obras visuales pero a la vez poemas que como perlas harán renovarse este universo.