Hubo un tiempo en que el muelle de Cádiz bullía de barcos, marineros, pasajeros y viajantes. Al calor de la actividad del puerto gaditano, allá por los años 40, florecían locales como el Salón Moderno, la Cueva del Pájaro Azul o el mítico Pay-Pay.
En el Cádiz en blanco y negro de la posguerra, la entonces Sala de Fiestas Pay-Pay teñía de luces y colores el interior del barrio más antiguo de la ciudad.