El pregón que nunca dio. Manolo Santander estuvo más que presente en el acto en el que el Gran Momo dio cerrojazo (no se lo cree ni él) al Carnaval antes del Miércoles de Ceniza. Su hijo Manolín encarnó al malévolo aguafiestas basando su texto en el testamento carnavalesco que ha dejado su padre. El espectáculo giró en torno a la manera que el chirigotero de La Viña, que se nos fue en septiembre del año pasado, tenía de ver la fiesta de sus amores.


