ROMERÍA DEL PINAR
- Localidad: Chipiona
- Fecha: 19/05/2022 - 22/05/2022
La Romería de la Virgen de Regla del Pinar es una fiesta campera de a finales de los 40. Se celebra el
domingo 22 de mayo en el Pinar de Chipiona.
Su Historia comenzó a finales de los años 40 del siglo pasado, a partir de la preocupación de los religiosos del Monasterio de Regla por hacer llegar a los niños, jóvenes y padres del medio rural de Chipiona tanto la enseñanza formal como la espiritual. La gente del campo carecía de los medios más elementales para tal fin, y sólo conocían el trabajo de sol a sol. Para ello se recurrió a la Capilla con que contaba en sus tierras el hacendado Luis Caballero (padre de los actuales dueños de la conocida empresa de vinos del mismo nombre), fundada en 1948 y en la que también se oficiaba misa todos los Domingos.
El origen de la Romería en sí se remonta a una pequeña fiesta campera que se celebraba a mediados del siglo pasado en Septiembre, al finalizar la campaña de recolección de la uva, y antes de comenzar el nuevo curso escolar. El evento se llevaba a cabo bajo la dirección de Caballero, en su misma Capilla-Escuela. De ahí se creó una fiesta que ha terminado formando parte de la cultura y del folclore popular de Chipiona.
Hermandad rural de la Virgen de Regla del Pinar
En 1949 procesiona por primera vez una Virgen de Regla que se encontraba en la Capilla por el Pinar de Peritanda y la finca de esta familia. La procesión se repetiría entre los años 1949 y 1963. En 1960 un grupo de alumnos de las clases la Escuela Nocturna del Campo, devotos de la Virgen de Regla, se reunió bajo la supervisión del Padre Emilio María Alonso del Prado, director espiritual de la Capilla-Escuela y colaborador en esta misión educativa y religiosa. Allí se habló de crear una Hermandad, tras el éxito de la fiesta de ese año, en la que participaron las Hermandades del Rocío de El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda y la Hermandad de San Isidro de Rota.
En Febrero de 1961 se celebra la primera reunión de lo que posteriormente iba a ser la Hermandad Rural de la Virgen de Regla del Pinar. La intención de formar este grupo religioso les lleva a crear en Noviembre la Hermandad, no reconocida canónicamente aún. Fue a raíz de esa constitución cuando se decide hacer el camino en romería, y llevar a la imagen de la Virgen al pueblo, para regresar andando hasta su Capilla. Además de la organización y la dirección de la Hermandad, había que decidir la indumentaria de sus miembros, el color y la tela de la ropa: la chaqueta sería de color blanco, y los pantalones negros rayados. Comienza a hablarse de una Fiesta del Campo algo diferente a la que organizaba Caballero, aunque manteniendo la procesión de la Virgen. Tras el primer año de vida, en 1962 llegará la canonización oficial de la Hermandad por parte del Obispado de Sevilla.
Jornada de convivencia con aspecto ferial y caballos
Hoy día, un grupo de hermanos trabaja todo el año para que en esta celebración, en que la Virgen recorre las calles de Chipiona y entra de forma majestuosa por el Pino de las Veras al Pinar de la Villa, chipioneros y foráneos puedan disfrutar de una jornada de convivencia y encuentro junto a la Virgen. La actual imagen, obra del padre franciscano Francisco Fernández de 1977, se diferencia de la talla original que permanece en Chipiona en que el Niño Jesús tiene una piña en la mano. Por su parte, la actual Capilla fue inaugurada en 1980.
Previamente al Domingo de Romería se traslada a la Virgen desde su Ermita hasta el Santuario de Regla. Este peregrinar se ha convertido en un acto sencillo, emotivo y multitudinario, donde el atardecer es cómplice de unos colores y contraluces que lo hacen bello y único. Ya el Domingo, las campanas del Santuario, los cohetes, la suelta de palomas y los vítores marcan la salida de la Virgen en una carreta tirada por bueyes. La imagen recorrerá 4 kilómetros hasta llegar de nuevo a su Ermita, acompañada por romeros a caballo y en carretas. A la llegada de la Virgen se celebra en el lugar una misa. En los alrededores de la Ermita se levantan casetas, en las que se bailan sevillanas hasta que la fiesta se clausura a la caída del sol. En la actualidad, esta tradicional fiesta de convivencia familiar sigue manteniendo intacto su espíritu originario, aunque el aspecto ferial y todo lo relativo al mundo del caballo cada vez haya ido adquiriendo un mayor protagonismo.