SEMANA SANTA EN LA PROVINCIA DE CÁDIZ 2018
- Localidad: Provincia de Cádiz
- Fecha: 25/03/2018 - 01/04/2018
Cada rincón de la provincia de Cádiz celebra la Semana Santa con una gran variedad de manifestaciones singulares del 25 de marzo al 1 de abril.
Hay procesiones de lujo, austeras, con escenas dramáticas, curiosas y con rivalidades cofrades ancestrales. La Pasión de Cristo convertida en una manifestación de fe y también en un espectáculo propio de las mejores coreografías en las que no falta la ambientación: la música y el silencio, el olor a cera quemada, a incienso y a flores recién cortadas, porque la vida termina y empieza de nuevo.
En una provincia con tanta historia –y 326 cofradías- la Semana Santa ha tamizado todos los aconteceres y en ella se refleja desde de la tardía conquista cristiana de Al-Andalus hasta la huida de Gibraltar pasando por la militarización de San Fernando, donde los marinos trasladan a las procesiones su sistema organizativo.
Por eso, contemplando una procesión, no se han visto todas. Desde el siglo XVI, esta manifestación religiosa ha generado esculturas, bordados, música, orfebrería, vestimentas y hasta un modo de llevar los pasos, que forman ya parte del patrimonio cultural más bello de la provincia.
Carteles de Semana Santa de la Provincia de Cádiz 2018:
Como en toda Andalucía, la Semana Santa se caracteriza por la sucesión de procesiones de las diferentes hermandades desde el domingo de Ramos hasta el domingo de Resurrección, algunas tan antiguas como la del Mayor Dolor de Jerez, fundada por zurradores, zapateros y curtidores en 1488 ó la de la Veracruz de Cádiz que data de 1566 y otras tan multitudinarias como la de La Palma que cuenta en la capital con más de 3.000 hermanos.
Singularidades de la Semana Santa
Por la solemnidad de los pasos, por el recogimiento del público o por los espontáneos que cantan saetas en medio del silencio, cada procesión es una puesta en escena única y diferente.
En Cádiz no hay que perderse el jueves por la noche el Nazareno y la noche siguiente la Buena Muerte. En Jerez “el Prendimiento” y la “Amargura”.
En Arcos, “son muy particulares los armaos, cuadrillas de romanos que se remontan al siglo XVIII cuando salieron por primera vez acompañando a Jesús Atado a la Columna” resalta la investigadora.
También le llama la atención la imagen del Niño Jesús, traída desde Roma en 1764 que sale el Viernes Santo en una escenificación alegórica y premonitoria de su muerte en la cruz y el domingo, que sale resucitado, vestido de gloria.
Algunas cofradías han optado por recuperar la primitiva austeridad de la Semana Santa, como la del “Nazareno” de Chiclana o la de la “Salud, Amor y Sacrificio” de Jerez, donde los nazarenos no llevan antifaz sino el antiguo capuz. Una vuelta a los orígenes de una Semana Santa que se puso barroca en el siglo XVIII, cuando se multiplicaron los pasos y se convirtieron en protagonistas indiscutibles de las procesiones.
La de Sanlúcar de Barrameda es muy particular cargar los pasos “al cincho” y utilizar “la chasca”, un instrumento de madera semejante a una castañuela que se utilizar para reiniciar y parar la marcha.
Todas las oficinas de turismo de las grandes ciudades cuentan con recorridos y horarios de las procesiones que de forma simultánea recorren el casco antiguo de sus respectivos municipios.
De interés turístico
Muchas de ellas están declaradas de interés turístico nacional como las de Espera, Jerez, Sanlúcar de Barrameda o Arcos de la Frontera, donde los pasos apenas si caben por las calles estrechas y empinadas, pero la Junta de Andalucía considera de interés turístico la Semana Santa de una veintena de pueblos gaditanos. Entre ellos figura la de Alcalá del Valle, donde destaca el Domingo de Resurrección, caracterizado por el desfile de hornazos y la “Carrerita de San Juan”, en la que el Santo recorre a gran velocidad las calles del pueblo hasta encontrar a la Virgen para avisarle de la Resurrección de su hijo. En Torre Alháquime son mujeres quienes lo trasportan y cuando se produce el encuentro las imágenes bailan al compás de la música y de los aplausos del público.
Destaca igualmente “La Borriquita viviente” de Alcalá de los Gazules en la que unos 80 niños vestidos como hebreos salen en procesión el domingo de Ramos.
Algunos pueblos como Vejer de la Frontera continúa vigente la antigua tradición de ofrecer a los nazarenos “roscos” y “pan duro” (rebanadas de pan abizcochado con almendras y especias) tras la recogida de la procesión.
Otra particularidad es la existencia de imágenes articuladas como ocurre con los nazarenos de Conil y de Arcos.
En Setenil de las Bodegas goza de gran arraigo popular la singular competencia entre las dos hermandades, la Santa Vera Cruz (los blancos) y Nuestro Padre Jesús (los negros). La escisión de la hermandad primitiva tuvo lugar a finales de 1.700 “pero las cofradías siguen poniendo todo su empeño para que sus respectivas procesiones luzcan con mayor esplendor”.
En San José del Valle destaca la representación teatral de la Pasión de Cristo y las salidas procesionales y en Benaocaz, el Viernes Santo tiene lugar la procesión de la Pasión, compuesta por siete pasos con gran tipismo en su recorrido.
Campo de Gibraltar
Los cultos cristianos empezaron en la parte occidental en la provincia en el siglo XIII pero hasta el siglo XVI no se completó la reconquista cristiana en la comarca del Campo de Gibraltar donde la Semana Santa se implanta de forma más tardía, a lo que se une la peculiaridad de Gibraltrar, cuyos bienes cofradieros se incorporan hacia 1720 a la Semana Santa de San Roque. La Procesión Magna de esta ciudad constituye el Viernes Santo uno de los mayores reclamos turísticos.
También es muy característica en San Roque la procesión del Encuentro del Jueves Santo en la que la Virgen de los Dolores y Jesús Nazareno realizan distinto recorrido hasta encontrarse en la plaza de Andalucía hacia las once de la noche mientras que un sacerdote comenta desde un balcón el pasaje del santo encuentro entre Jesús y su madre.
La de La Línea de la Concepción se ha convertido en una de las más importantes de Andalucía con sus 15 Cofradías. En Tarifa es célebre el encuentro del jueves santo entre los pasos de la cofradía del Nazareno y se mantiene la antigua costumbre de los sermones públicos.
El sabor de la Semana Santa gaditana
Productos gastronómicos típicos de la Semana Santa y que incluso empiezan a consumirse en el periodo de Cuaresma son los roscos de Semana Santa y los bollos de Arcos de la Frontera.
Entre los más singulares, los roscos en forma de corona de espinas que vende la centenaria pastelería de la Victoria de la localidad de San Fernando desde comienzos de la Cuaresma.
Esta confitería abre durante la madrugada del Viernes Santo y llega a vender hasta 400 kilos de estos roscos durante la salida procesional del Nazareno.
La fórmula lleva harina, huevo, azúcar y como único aroma el clavo, a diferencia de otras recetas típicas de la provincia donde es habitual encontrar otras especias.
En Arcos de la Frontera, lo propio es el bollo. Los habitantes de este pueblo de la Sierra de Cádiz esperan que el Nazareno ofrezca su última bendición en el Viernes Santo y es costumbre contemplar la procesión y disfrutar de este dulce de vigilia que precisa de ingredientes, tal y como ajonjolí (sésamo), anís verde (matalahúga), azúcar, harina, levadura fresca, canela en polvo, sal, almendras enteras y crudas, agua y azúcar para rebozar.
También es recomendable visitar la Semana Santa en Jerez de la Frontera y degustar su exquisita gastronomía, así como sus magníficos vinos.
Judas y los toros, símbolos del mal
El Domingo de Resurrección es muy especial en la provincia, sobre todo en la Sierra y en La Janda, donde además de las procesiones del Resucitado se celebran varias manifestaciones populares de carácter festivo como las fiestas de los toros o la Quema del Judas en Conil o en Benamahoma donde le echan un toro para que lo destroce. En Bornos prolongan el acto con actuaciones musicales y el tradicional Búcaro de la suerte, donde cada sorbo de licor va acompañado de un deseo.
Tanto Judas como el Toro representan el Mal pero mientras que al primero se le destruye, del animal se huye.
El domingo de Resurrección se suelta el “toro embolao” en Los Barrios y en Vejer, y el del “Aleluya” en Paterna y en Arcos de la Frontera, donde los más valientes se atreven a correr delante de dos reses bravas y los más tranquilos disfrutan de la fiesta asomados a los balcones y a las azoteas.
No podemos olvidarnos del encanto de la Semana Santa de Ubrique, de Olvera, Prado del Rey, Grazalema, Zahara de la Sierra, de Algeciras, de Rota, Chipiona, de El Puerto de Santa María, de Puerto Real, de Medina Sidonia, y la de Barbate.