"Ciudad secreta". Javier Arboledas
Ciudad secreta habla de la memoria de una ciudad soviética, que se creó exprofeso para el desarrollo de la energía atómica civil y militar, a través del catálogo de recuerdos de una habitante de segunda generación que habitó el lugar, invitándonos en última instancia a reflexionar sobre qué ha sido del homo sovieticus que un día soñó con ser el “nuevo hombre soviético”.
El territorio es Sosnovy Bor, una ciudad situada en el norte de Rusia y fundada a finales de los años 50 cerca de Leningrado para el desarrollo de importantes proyectos de la energía atómica en la Unión Soviética. Por esta razón, adquirió el estatus de obyekt (ciudad cerrada de carácter secreto). El lugar reuniría ciertas peculiaridades que lo harían paradigma y a la vez excepción dentro del estado, como, por ejemplo, que por primera vez en todo el territorio de la URSS y en contraposición al tipo de construcción estalinista, se elabora un plan de ordenación urbana exclusivo pensado para el bienestar de sus recién llegados habitantes, consecuencia directa de la política aperturista de “deshielo” de Nikita Jrushchov.
Se ideó como experimento urbanístico a gran escala basado en el concepto de “ciudad jardín”, con la singularidad de que su desarrollo urbanístico se adaptó al contexto medioambiental virgen existente, siendo ciudad modelo para futuras poblaciones. Una de ellas fue Prípiat (Ucrania), ciudad que albergó la Central Nuclear de Chernóbil, diseñada también a imagen y semejanza de la Central Nuclear de Leningrado. Sosnovy Bor fue la primera en implementar el reactor tipo RBMK-1000, cuyo diseño evidenció fallos que posteriormente terminarían por provocar la catástrofe de Chernóbil, ya que la información fue clasificada como secreta.
Según su autor, «el proyecto aparece como una necesidad de comprender un territorio tan lejano y ajeno, puesto que mi compañera vital es de allí. Como decía Jean Luc Godard, “la motivación de hacer cine, fotografía, no nace de la intención de cambiar el mundo, simplemente de una necesidad de entenderlo”. Durante más de 10 años e infinidad de viajes han sido documentados 85 recuerdos asociados de una manera directa o indirecta a distintos puntos significativos de la ciudad, además de ser retratados 50 habitantes de la actualidad desde un punto de vista arquetípico. El proyecto se complementa con 50 imágenes de archivo, que servirían para generar una confrontación entre pasado y presente. A todo eso habría que sumarle todas aquellas fotografías realizadas en los primeros viajes y que me sirvieron de toma de contacto y trabajo de campo en la aproximación al territorio».
Javier Arboledas (Úbeda, 1974). Fotógrafo de profesión y corazón, este granadino de adopción es Máster Universitario de Fotografía por la Universidad Politécnica de Valencia. Colaboró además entre el 2004 y 2007 en la organización del Festival de Fotografía de PHotoEspaña, donde tuvo la oportunidad de conocer de cerca a maestros de la talla de Chema Madoz, Michael Ackerman, Robert Frank, Willem Klein, Hiroshi Sugimoto y Martin Parr, entre otros muchos. Colaboró también con la Agencia Contacto, representante de la Agencia Magnum en España. Actualmente compagina el trabajo de freelance con diferentes proyectos personales en ciernes sobre la memoria y el territorio. Ha sido expuesto en varias salas de la Comunidad Valenciana, así como galardonado en el II Certamen Nacional para la Nueva Creación Fotográfica Expositivos 22′. También ha sido finalista en el certamen Nuevo Talento FNAC de Fotografía 2023 y en el Premio Descubrimientos PHE23. Recientemente ha sido elegido para formar parte de la colección temporal del Museo Ruso de Málaga.
